Difícilmente se puede llegar a dominar el camino marcial si tan solo nos centramos en ser diestros en el dominio de las armas.

Tradicionalmente, aquellos que transitan esta vía reciben, tanto en China como en Japón, el nombre de maestros de las artes marciales. Ningún guerrero debe de quedar exento de estudiar estas artes. Hoy en día, aquellos que viven de las artes marciales se centran solamente en la esgrima. Últimamente, los encargados de los templos de Kashima e Hitachi de la provincia de Hattori dicen haber sido instruidos por los propios dioses y viajan de provincia y provincia enseñando esgrima.

Lo cierto es que, desde la antigüedad, la estrategia, o arte de adquirir la ventaja, ha sido incluida como una disciplina destacada entre las Diez Habilidades y las Siete Artes propias de la vía, lo cual implica que las artes marciales no se agotan en la esgrima. Es más, es poco probable que podamos ganar un enfrentamiento confiando únicamente en nuestra pericia con el sable, aunque seamos unos auténticos maestros de esgrima, pues necesitamos de la estrategia.

Difícilmente se puede llegar a dominar el camino marcial si tan solo nos centramos en ser diestros en el dominio de las armas. Es inevitable fijarse en cómo la sociedad ha convertido todo arte en un mero negocio. Las artes se han convertido en simples mercancías susceptibles de ser modificadas con el fin de aumentar su valor comercial. Esta actitud ha dado lugar a que las flores hayan adquirido valor por encima de los frutos. De este modo, cada vez abundan más los estilos de esgrima vistosos cuya enorme demanda hace que cada vez haya más gente que quiera enseñarlos y aprenderlos. Alguien muy acertado dijo “las artes marciales han sido heridas de muerte por los aficionados”. Estas son las consecuencias.

Existen cuatro formas distintas de vivir la vida:

  • En primer lugar está la vía del campesino, que se caracteriza por el dominio de las herramientas de labranza y por la observación y conocimiento de los sucesos y cambios inherentes al ciclo de las estaciones.
  • En segundo lugar está la vía del comerciante. Mientras que aquellos que elaboran los licores se ganan la vida preparándolos, los comerciantes hacen lo propio vendiéndolos. La vía del comerciante gira en torno a la obtención de beneficios económicos.
  • En tercer lugar se encuentra la vía del guerrero, centrada en todo aquello que tiene que ver con las armas y su uso. La maestría en el manejo de las armas es algo obligatorio para el guerrero.
  • Por último, en cuarto lugar, se halla la vía del artesano. Tomando como ejemplo a los carpinteros podemos observar la pericia de estos a la hora de fabricar y usar sus herramientas, como diseñan con maestría sus planos y, en resumen, como se ganan la vida dominando su arte.